Sin pretenderlo, Ana Frank se ha convertido en uno de los personajes más relevantes del siglo XX. Nacida en 1929, su familia se vio obligada a emigrar a Amsterdam para huir del terror nazi. Allí se instalaron en una casa en la que permanecieron escondidos junto a otras personas. Esta experiencia es la que quedó recogida en su diario. Su padre, el único superviviente de su familia, lo publicó en 1947 y es, sin duda, uno de los testimonios más impresionantes del Holocausto judío.
El 22 de marzo a las 6 de la tarde tendremos la oportunidad de comentar nuestras sensaciones en torno a la lectura de este magnífico diario.
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