jueves, 28 de febrero de 2013

Notas de la tertulia del 26-02-2013


La tarde del martes nos juntamos nuevamente para hablar sobre El Señor Pip, la novela de Lloyd Jones. No suele ser habitual, pero ayer todos estuvimos de acuerdo en valorar de forma positiva esta obra.

Comenzamos hablando sobre lo real que parece el texto. Está ambientado principalmente en los años noventa y parece que estemos leyendo un testimonio verídico sobre algo que ocurrió durante la guerra civil en la isla de Bouganville, del archipiélago de las Islas Salomón. Esto se debe a la técnica y el estilo impecable del escritor, que se pone en la piel de una mujer, Matilda, que recuerda parte de su infancia y juventud.

Otro de los aspectos más importantes de esta obra es que rebosa metaliteratura.  Cuando estalla la guerra civil en la isla, el único hombre blanco que no ha salido es el Sr. Watts, que se ofrece para ser el nuevo maestro del poblado. Su método de enseñanza consiste en leer diariamente su libro preferido de Dickens, Grandes esperanzas. La lectura diaria de la obra y su protagonista, Pip, se colarán en las mentes de los niños y en la de Matilda, ofreciéndoles un nuevo mundo al que escapar para olvidarse de la barbarie que les rodea. Además de esto, el profesor pide a los adultos de la aldea que acudan a la escuela para que compartan con los escolares todo aquello que crean conveniente.

Algunos comentaron que, dada la gran presencia que tiene el argumento de Grandes esperanzas, tal vez hubiera sido conveniente haber leído antes esta novela. Otros, por el contrario, no lo consideraron tan relevante. En lo que sí estuvieron todos de acuerdo es en la importancia que se le da en esta obra a la lectura y a la tradición oral.

Además de esto, podemos encontrar otros temas como la crudeza de la guerra, la violación de los derechos humanos en este tipo de conflictos, el racismo o el choque de creencias religiosas. A pesar de contener escenas de extrema dureza (asesinatos, violación, etc.), están muy bien contados porque el autor no se detiene a recrearse en la crueldad, algo que los lectores valoraron mucho.

Los personajes de la novela son fantásticos, bien construidos, destacando entre ellos el Sr. Watts. Carismático, noble, educado y siempre dispuesto a mostrarles a los niños que la imaginación puede con todo. La madre de Matilda también tiene un peso importante en la trama, siempre en contra del Sr. Watts, porque considera que no les enseña nada útil para el sitio donde viven.

En resumen, se trata de una obra conmovedora y desgarradora, de la que se desprenden varios mensajes. Grandes esperanzas les descubre a los niños que la vida puede dar una segunda oportunidad en cualquier momento. Les enseña además, que la imaginación puede evadirnos de la realidad y llevarnos a cualquier lugar, y nada ni nadie nos la puede robar. Pero, lo más importante es el valor que el autor le da a la lectura como bálsamo y vía de escape, cuando nos sumergimos en un libro el tiempo queda suspendido.


“…Pero no se puede fingir que se lee un libro, tú ya lo sabes, Matilda. Los ojos te delatan. También la respiración. Una persona cautivada por un libro sencillamente se olvida de respirar. Aunque arda su casa, un lector absorto en un libro no levanta la vista hasta que el papel pintado de las paredes esté en llamas…” (pag. 159)


Sinopsis de la editorial:
Hacia 1991, durante los primeros compases de la guerra civil que asoló la remota isla de Bougainville, la joven Matilda y su madre viven solas ante la ausencia del padre, que debió emigrar tras perder su trabajo en las minas de cobre. Entre quienes se quedaron en la isla está el señor Watts, un excéntrico hombre blanco que un buen día decide reabrir las puertas de la escuela y ejercer de maestro. Su método es combinar la lectura en voz alta de capítulos de Grandes esperanzas, su novela favorita de Charles Dickens, con la intervención de las gentes del pueblo que quieran compartir consejos prácticos acerca de cómo sobrevivir en su entorno. De esta forma, el improvisado maestro logra atrapar el interés de sus jóvenes alumnos, cautivados por las aventuras y desventuras de Pip, el joven huérfano protagonista de la novela de Dickens. Para Matilda, Pip es tan real como su madre, alguien que además de ofrecerle orientación y consuelo se convierte en la amistad más fecunda e importante de su vida. Sin embargo, en un país en guerra, el poder de la imaginación puede ser visto como una provocación peligrosa.
 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Lloyd Jones

Lloyd Jones nació en Nueva Zelanda en 1955 y estudió Ciencias Políticas, pero nunca llegó a graduarse por la multas acumuladas en la biblioteca durante su último año de estudios.

Ejerció como periodista varias años antes de dar el salto a la literatura. Ha publicado un volumen de relatos y ocho novelas, entre las que se encuentran Biography o The Book of Fame.

Con la publicación de El Señor Pip, Lloyd Jones se convirtió en uno de los escritores más célebres de Nueva Zelanda, y merced al boca oreja, el libro se encumbró hasta el primer lugar de las listas de éxitos de su país y Australia. Con esta novela se dio a conocer a nivel internacional, recibiendo numerosos premios y distinciones, entre ellos fue Ganador del Premio de la Commonwealth e inesperado finalista del Premio Man Booker.

El director de cine Andrew Adamson ha dirigido la adaptación al cine de El Señor Pip. La premiere de la película fue mostrada en el Festival de Cine Internacional de Toronto en septiembre de 2012, y parece que llegará a los cines en el 2013. Hugh Laurie es una de las estrellas del film interpretando el papel del Sr. Watts.

Sesión de febrero

Islas literarias

Tal vez nos acordemos siempre de los clásicos como La isla del tesoro o Robinson Crusoe, pero los escenarios isleños han sido recurrentes en toda clase de novelas. Lloyd Jones sitúa la suya en la curiosa Papúa Nueva Guinea. Este país al norte de Australia ocupa la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea y numerosas islas situadas alrededor de sus costas. Su orografía ha propiciado su complejidad cultural. Se estima que existen más de mil grupos culturales, la mayoría de ellos con su propio idioma, además de sus costumbres, bailes, arte, música, etc.

El martes 26 de febrero comentaremos la lectura de El señor Pip en el Aula 1 de Civican a las 18:00h