miércoles, 16 de febrero de 2011

Notas de la tertulia del 15-02-2011


Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar

Ayer por la tarde disfrutamos de otra sesión de tertulia. En esta ocasión, el libro que comentamos gustó prácticamente a todos. Aún siendo una lectura difícil, que requería cierto grado de concentración, supuso para muchos una novela de introspección extraordinaria. Para algunos había sido una relectura, y aún así, habían descubierto otros factores, otros matices, que les habían hecho volver a disfrutar con Adriano.

La novela tiene forma de carta, escrita por Adriano y dirigida a su posible sucesor y primo Marco Aurelio. Sobre este aspecto se resaltaron muy positivamente dos cosas: primero, la narración en primera persona, que aporta una credibilidad total al texto, y segundo, el enfoque de memorias mucho mejor que el de diario, que permite a la autora y su protagonista tener una visión global de toda su vida. Además, se percibe a lo largo de toda la novela que todos los acontecimientos relatados llevan un orden escrupuloso, muy cronológico, que facilita su comprensión.

En cuanto al estilo de la autora se comentó que el texto es pura poesía, está escrito al detalle. Las frases y los párrafos son tremendamente largos, y el vocabulario es complicado. En muchas ocasiones, la formulación de las oraciones es tal, que se hace necesario releerlas, bien por no entenderlas del todo, bien para disfrutarlas al máximo.

Por otra parte se habló de los temas de esta obra. Con Adriano viajamos por todo el Imperio mientras conocemos a la perfección la vida cotidiana romana del momento, los campamentos militares, la situación política de los pueblos orientales, sus medidas en favor de los esclavos, su intención de difuminar la diferencia entre clases sociales y entre mujeres y hombres, en definitiva, una reflexión sobre todos los aspectos de la vida. En este caso, la acción no es lo importante.

Algunos destacaron que la autora deja entrever a un hombre culto, inteligente, muy actual, y que tiene un gran sentido de la trascendencia, necesita ser recordado. Además, parece ser muy sensible hacia el mundo de la cultura y la arquitectura.  Sobre sus relaciones interpersonales se habló de su poca o nula vida marital, que contrastaba con su intensa dedicación a Antínoo, su gran amor. A otros les sorprendió como las personas de su entorno más cercano le seguían como “corderillos”, llegando incluso a suicidarse para no tener que llevarle la contraria.

En la tertulia de ayer surgieron más que nunca muchas citas del texto, y es que se podría decir que en cada página hay una frase lapidaria digna de ser recordada. Estos son sólo algunos ejemplos:

-“Esta mañana pensé por primera vez que mi cuerpo, ese compañero fiel, ese amigo más seguro y mejor conocido que mi alma, no es más que el monstruo solapado que acabará por devorar a su amo.”

-“...la biblioteca es el hospital del alma...”

-“No desprecio a los hombres. Si así fuera no tendría ningún derecho, ninguna razón para tratar de gobernarlos. Los sé vanos, ignorantes, ávidos, inquietos, capaces de cualquier cosa para triunfar, para hacerse valer, incluso ante sus propios ojos, o simplemente para evitar sufrir. Lo sé: soy como ellos, al menos por momentos, o hubiera podido serlo.”

Estas citas dan muestra del trabajo tan excepcional que hizo Marguerite Yourcenar. Un largo proceso de escritura, basado en reflexiones muy profundas y que dieron como resultado una novela para disfrutarla poco a poco. Con una primera parte que contiene toda una teoría filosófica, una segunda con todo el proceso de Adriano como emperador y una última en la que la soledad y la enfermedad se apoderan del protagonista.

Muy recomendable para personas maduras que disfruten de la lectura, de los libros bien escritos, para aquellos que quieran descubrir una de las grandes novelas del siglo XX, y también para los que busquen reflexionar sobre la vida.

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