Soleada tarde de tertulia en la que, a pesar de la fecha, superamos nuestras supersticiones comentando la obra de Manu Leguineche que lleva por título “Madre Volga”. Una novela compleja que suscitó una animada charla sobre sus puntos fuertes y sus carencias.
Comenzamos dividiendo el análisis de la novela en dos partes: por un lado el viaje en sí mismo, y por otro, todo lo añadido por el autor sobre Rusia.
Sobre su trayecto a bordo del barco Esenin se comentó que resulta confuso, el itinerario no queda muy claro, incluso algunos no llegaron a comprender si había descendido por el río o si lo había remontado. Todos echamos en falta un buen mapa para seguir la narración.
Gustaron mucho las tres personas con las que el autor comparte su viaje: Igor, Matriona y Lena. Se sirve de estos personajes para introducirnos en todo lo que nos quiere contar sobre el país, y es por esto por lo que algunos tertulianos cuestionaban si estas personas existieron de verdad.
En cuanto a todos los conocimientos aportados por Leguineche sobre este enorme país se dijo que, aunque en algunos momentos llega a abrumar, sin duda resulta muy interesante todo el repaso de la historia de Rusia, sus apuntes etnográficos sobre la sociedad y los pueblos de la ribera del Volga, sus apreciaciones sobre la economía y la política, y, por supuesto, todos los literatos rusos que desfilan por las páginas de este libro.
Se recordaron a modo de ejemplo las escenas más impactantes del libro, como el que habla del canibalismo y la antropofagia en épocas de guerra, pero también las más cómicas. Entre éstas destacaron el momento en el que el autor baila en el barco, y cuando se acerca al camarote de Lena pensando en alguna oportunidad de ligue y resulta que ella sólo quería venderle todo tipo de souvenirs.
Otro de los aspectos que se comentaron fue el estilo del autor. Para muchos algo farragoso mezclando temas y anécdotas, costó habituarse a su lectura, tal vez al texto le falte algo de selección y orden.
Resumiendo, a pesar de que el viaje resulte algo difuso, la impresión de la novela fue buena, abre un ciento de ventanas a la Rusia actual, nos muestra sus problemas, la tremenda historia de este país y podemos apreciar el alma rusa que ya nos adelantaban Tolstoi y sus coetáneos.
Sinopsis:
Manuel Leguineche recorre la turbulenta Rusia del siglo X a bordo del Esenin, siguiendo el curso del volga, el río-historia en el que se creó la nación rusa, que ha visto nacer y desaparecer civilizaciones; río-literatura, río-leyenda interpretado por poetas, músicos de violín y balalaica, compositores de ópera, cineastas o escritores, y recorrido por ladrones, piratas, aventureros, soldados y guerreros.
El viaje por el río más largo de Europa le sirve al autor para contar de forma amena y atractiva la historia de Rusia, enfocada desde sus primeros tiempos tártaros, pasando por los zares, la revolución, la Segunda Guerra Mundial, el estalinismo, los años de Jruschov y la perestroika, hasta las consecuencias del colapso del comunismo en la actualidad; un viaje incomparable por los grandes autores de la literatura rusa: Pushkin, Dostoievski, Tolstói, Chéjov, Gógol, Gorki, Pasternak...