Comer, rezar, amar, de Elizabeth Gilbert
Hola a todos:
Mi intención en esta entrada es hacer un resumen de los comentarios que surgieron en la animada tertulia del otro día. Si se me olvida algo os pido perdón por adelantado.
Os invito a que dejéis los comentarios que os parezcan oportunos sobre la novela, y también cualquier cosilla que se os pudo quedar en el tintero.
La impresión general del libro estuvo dividida en dos. Por un lado, las personas a las que no les había gustado y por otro, las personas a las que, sin ser un libro de cabecera, les había parecido entretenido.
Unos describieron la narración como fresca, coloquial y directa, lo que les había provocado una lectura fácil y placentera. Otros, por contra, percibieron un aire de frivolidad en todo el texto que no logró captar su interés.
Más allá de los viajes, lo que supuso mayor debate fue la propia protagonista, Elizabeth Gilbert, su modo de ser y su modo de contar su experiencia. Para unos una “snob” egocéntrica, para otros una mujer valiente, todos coincidieron en que se encontraba en un proceso de depresión y soledad, con muy poco control de sí misma. Su planteamiento de los viajes llega a ser algo pueril y la novela en general parece haberla escrito exclusivamente para mujeres. Algunos no terminaron de creerse que todo pasara tal y como lo cuenta.
La novela está dividida en tres partes bien diferenciadas, que se corresponden con cada uno de los viajes que hace la autora: Italia, India e Indonesia.
Sobre la estancia en Italia se comentó que su refugio en la comida era reflejo de querer salir de una situación agobiante, para otros fue síntoma de una neurosis.
La parte dedicada a la India, donde pasa una temporada en un ashram, resultó ser para muchos la más costosa. Se comentó que es aquí donde la narración se llena de monólogos interiores, donde la autora se muestra más vulnerable y donde el texto recuerda más a los libros de autoayuda. Hubo quien resaltó positivamente la reflexión que hace la autora sobre la religión.
Por último Bali, la última escala del viaje, donde la autora termina encontrando el amor. Unos comentaron que esta etapa es la más entretenida, donde termina por superar su divorcio y su soledad gracias, entre otras cosas, a los amigos que encuentra.
Hubo quien dijo que los tres escenarios suponen una búsqueda en las facetas del ser humano. Italia es la parte sensual, India la espiritual y Bali la sintaxis de ambas, es decir, la trascendencia humana a través del amor.
En resumen, para unos una novela entretenida que además aporta datos interesantes de los lugares que visita. Para otros, una mezcla de ficción y autoayuda que no llega a profundizar en lo que se vive o busca.